La palabra crea, eleva y condena... es por sí misma una provocación, que no puede ser domesticada, sobre todo en medio de una madrugada.
domingo, 14 de septiembre de 2008
Letargo
Dejé la piel envuelta en esa mañana miserable... Se iniciaba el camino hacia ese destino, del cual jamás podría regresar. Caída y voces mudas... ojos extraños... caricias inventadas, el tiempo histórico de permanecer... silente, pero atenta...
3 comentarios:
Dejar es morir un poco....
que en ese silencio encontremos los ojos del otro
bs
Amor!, estar silentes, es el estado que antecede al eco ebrio de la vida, sin dudar.
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