Vengo furtiva
y delirante
casi en vilo
arrobada
Vengo en el aura
afuerina
de tus madrugadas...
Si quisieras un pétalo
atrapar,
osaría todo un jardín
conquistar.
Vengo desnuda y en huesos
trepidante...
asfixiante casi
con harapos de amoríos
con denodada brisa otoñal.
Vengo...ciega y colérica!
Porque he de invadirte
esta perpetua historia
de amores lejanos,
de vuelos alquilados,
de alboradas ignotas
que sumergen
toda mi pobre
melancolía.
Sólo estar ViVa... ya es MuchO