Déjame, déjame... vete a esconder... tras esos lentes baratos,
tras ese riquísimo café,
vete ya no te detengas,
en el momento mismo en que lo hagas,
moriré pálida...
silente,
entenderé por fin...
que no había nada a cambio,
de aquella danza prohibida,
en la que tú y yo decidimos participar.
Sólo estar ViVa... ya es MuchO
tras ese riquísimo café,
vete ya no te detengas,
en el momento mismo en que lo hagas,
moriré pálida...
silente,
entenderé por fin...
que no había nada a cambio,
de aquella danza prohibida,
en la que tú y yo decidimos participar.
Sólo estar ViVa... ya es MuchO