Creí que la suavidad era amapola de cierto día,
y entraste tú, con tu eco dándome en el costado
besos fieros llenos de terciopelo.
Creí que el vértigo era ala de juventud,
y te despojaste de tu ropa melódicamente
en arco triunfante en la ciudad del Oasis.
Creí tantas cosas...
y todas
zizageando huyeron
hasta acurrucarse
en tropel sin voz,
sin brazos.
Flor en libertad...
fui pegaso
musa
dádiva
flecha
al Viento,
un 09
invernal...
un aire
celestial.
Sólo estar ViVa... ya es MuchO